Una pregunta muy común a la hora de opositar, es cuáles son las diferencias entre oposiciones y concursos a un puesto laboral en España. Y es que, no todo el mundo conoce bien cómo funciona el sistema de oposiciones para la obtención de una plaza pública.
Si es su caso, no se preocupe, pues, en este artículo, no solo le explicaremos qué diferencias existen entre estas opciones, sino que, además, le comentaremos cuál es la mejor opción para usted, y en cuál tiene más oportunidades de obtener una plaza al participar ¡Empecemos!
¿Cómo funcionan las oposiciones?
Las oposiciones funcionan mediante previa convocatoria, donde se establecen las bases de la misma. Una vez el día de la oposición, los opositores tendrán que acudir al centro donde se llevará la misma.
Las oposiciones consisten en una o más pruebas que miden las capacidades y aptitudes de los aspirantes, tratándose así de pruebas que pueden ser teóricas o prácticas, dependiendo del cargo al cual se desea opositar. Por ejemplo, si usted desea opositar para ser bombero, se le hará múltiples pruebas de acondicionamiento físico, que son descalificatorias, en caso de no ser aprobadas, pero también deberá atravesar las pruebas teóricas que analizan si usted está capacitado para llevar a cabo la labor, conociendo tanto la teoría legal detrás del empleo, como la teoría básica, sobre la gestión de situaciones.
Además, las oposiciones se caracterizan por contar con un aspecto de puntuación basado en las pruebas realizadas, y se califica a los opositores, priorizando a quienes tienen mejor puntuación por encima, siendo priorizables para el cargo.
Por ejemplo, en el caso de las oposiciones con más cantidad de opositores que de plazas, inclusive si usted aprueba el examen, siempre se elegirá primero a quienes hayan obtenido una mejor calificación.
¿Cómo funcionan los concursos?
Los concursos consisten en la comprobación de méritos de los aspirantes, para analizar cuál es la mejor opción para el cargo que se dispone a otorgar. Por lo simple de esto, el primer paso de los concursos, no es más que la verificación de que la información otorgada por el concursante sea válida, y no haya sido falsificada.
Se comprueban las titulaciones y/o comprobantes de experiencia que hayan sido otorgados, mediante la realización de llamadas y comprobación de que la información sea correcta, antes de elegir al postulante.
Una vez verificado, se determinará el valor de los méritos basándose en las propias bases de la convocatoria, donde se suele ofrecer una puntuación a diferentes méritos otorgados, como una puntuación específica para el conocimiento en otro idioma, o la experiencia previa en un cargo directamente relacionado.
Basado, entonces, en el sistema de puntuación, se elige a quienes tengan una serie de méritos que ofrezcan mayor puntuación, pero sin tener que realizar ningún tipo de pruebas. Dentro de este tipo de pruebas, siempre se buscará que no exista ningún tipo de diferencias entre los participantes más allá de las consignaciones de méritos, y a menudo, se puede consignar cualquier tipo de comprobantes de habilidades y aptitudes que sean directamente relacionadas con el empleo, inclusive si no son solicitadas directamente por la convocatoria.
¿Qué es un concurso-oposición?
El concurso-oposición consiste en la combinación de la oposición y concurso, donde se ponen a prueba mediante pruebas teóricas y/o prácticas los conocimientos de los participantes, pero también se permite la consignación de documentos que avalen la experiencia previa para sumar puntos adicionales, que pueden ayudarle a obtener la plaza.
Los concursos-oposiciones, no solo están destinados a buscar personas con los conocimientos, sino también que tengan una experiencia y que puedan consignar competencias adicionales, como pruebas de idioma, o experiencia laboral.
Entonces, ¿Cuáles son las diferencias entre concurso y oposición?
Básicamente, la diferencia más notable entre las oposiciones y los concursos, es que, en las oposiciones se encargan de verificar, mediante una prueba, nuestros conocimientos para acceder a un puesto, y con base en las calificaciones obtenidas, se elige al mejor opositor. En cambio, los concursos se basan en la comprobación de aptitudes mediante titulaciones o documentos similares que puedan constatar determinados conocimientos o experiencias necesarios para un puesto.
En el caso de los concursos, quien obtiene la plaza depende principalmente de que los méritos obtenidos sean compatibles con la necesidad del organismo o empresa que tiene una plaza disponible en las oposiciones.
Por ejemplo, si usted está concursando por un puesto de Administración General, se valorará, además de la titulación correspondiente, la previa experiencia en un puesto de similar envergadura, donde se hayan puesto a prueba habilidades necesarias para el puesto.